En realidad, la publicidad es la continuidad de la política por otros medios. Otros medios que son carísimos, pero ya sabemos que la vida sana no es para todos. Ni todas. Una marca que combate mosquitos es la excusa para transparentar, o sea, hacer invisible, un mensaje represor y fascista. La “mamá fují” declara con el orgullo de las bestias, que no es amiga de su hija. Se nota. La protección que le propone es para su bien. O sea: te cuido, te vigilo, te someto, te castro, pero es por tu bien. ¿Cuál es el fundante de ese bien? La represión sexual. Y afectiva. Pero la “mamá fují” alerta d la presencia de los perversos mosquitos. O sea: que aparezcan en la serenidad del hogar dulce hogar represor, los que vienen a perturbar nuestro ser nacional. Occidental, cristiano, temeroso de dios.
(Fecha original del artículo: Febrero 2018)
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