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domingo, 10 de junio de 2012

Tramite de titulo: informe

Informe de reunión por demora de títulos

Corresponde a una reunión de miembros del colectivo de graduadxs con título en trámite a pedido de autoridades de la facultad tras la presentación de una carta colectiva. Se realizó el 2 de Mayo de 2012.

Graduadxs: Estuvimos Flor Lafforgue, Romina Simón, Laura Pérez.
Autoridades: Secretaria académica (Graciela Morgade), Subsecretaria académica (Gabriela Kantarovich),
No-docentes: Responsable de Departamento de Alumnos, Responsable de Departamento Alumnos títulos, Contacto de Alumnos con CBC

Tiremos la culpa afuera
GM planteó que la reunión era para escuchar a todas las partes y tratar de encontrar soluciones. La secretaria académica, aportó lo suyo, dado que al parecer ingenuamente, reconoció que a veces tiene una "pila de diplomas" en su escritorio y que por la cantidad de ocupaciones que tiene, puede dejar pasar hasta ¡dos semanas! para la firma... lo que también ocurre cuando la misma "pila de diplomas" pasa al decanato, donde a su vez también existen múltiples ocupaciones y que por lo tanto, puede demorar otro tanto. Entendemos que la secretaria académica intentó sincerarse y se lo agradecemos, pero ella misma reconoció que al pensar en el problema (ahora que fue vuelto a poner en el tapete), se dio cuenta de que la "pila de diplomas" podía llegar a demorar ¡un mes! (si no más) para su envío al Ministerio.
Luego de estos comentarios (que nos sorprendieron ingratamente) la secretaria académica comentó que existen las intenciones de realizar una presentación a la UBA para "jerarquizar" el título de Profesor. Es decir que, teniendo en cuenta de que el de Profesor es un título habilitante, que la UBA considere una aceleración del trámite. Este comentario en realidad, fue una acotación al comentario que hizo una no-docente sobre las prioridades que posee Medicina en la UBA, y cuyos títulos salen en un lapso de tres meses, si no menos. Para que quede claro: en la presentación del problema, por una parte se admite que existen demoras en la facultad; pero luego de esa mea culpa, se plantean dos posibles "soluciones", que en verdad no corresponden a la esfera de FFyL, sino que pertenecen a la UBA, o mejor dicho, al circuito externo de Puán. Sin mencionar que el título de Licenciado también es habilitante para la docencia, que también debe tener prioridad, porque en ambos casos se ponen en juego las mismas necesidades laborales.
Otro escollo puesto sobre el tapete, es la legalización del trámite en el Ministerio de Educación: ahora se realiza solamente mediante el envío desde la facultad, no pudiendo los graduados hacerlo personalmente. Según la no-docente de títulos, esto implica 45 días más de demora, y ya van...
Frente a este panorama desalentador, comenzamos las graduadas planteando la situación, intentando no entrar en los detalles personales y puntuales, pero enfatizando el hecho de que hay un período de muchos meses en el que el trámite "duerme" literalmente en Puán: un primer momento es en el que se realizan las certificaciones del CBC, mientras en paralelo se comienza la revisión de actas en la facultad. Una vez que las certificaciones del CBC se reciben en facultad y se completan las verificaciones de actas, el trámite debería ser girado a Títulos y Planes de la UBA. Pues nada de esto sucede y pueden pasar más de ocho, diez, doce meses, hasta tanto el trámite comienza la etapa de la UBA (externa a la facultad). Ese período -que podríamos llamar la "siesta de Puán"- es una etapa en la que el trámite ya está listo, que podría seguir su curso, pero sin embargo por razones desconocidas y si el egresado no comienza con la infinita lista de reclamos, queda en el limbo de FFyL.

Tiremos la culpa afuera (bis)
Frente a nuestra visión de la problemática respecto de la emisión de títulos en nuestra facultad (ejemplificada con las demoras de otras facultades, incluido el de Medicina, aunque es una excepción en toda la UBA, pero también lo es FFyL), a la responsable de títulos se la veía muy ansiosa por hablar e intentó intervenir en varias oportunidades. Lo primero que dijo es que los/as graduados/as no podemos "entender" lo que "realmente sucede" en el curso de esos meses -en la siesta, bah-, porque el trabajo que se hace con cada título en el transcurso de ese tiempo no puede ser observado mediante el SIET (el sistema virtual que permite hacer seguimiento de cada trámite). En esos meses -siempre según la no-docente- el Departamento de títulos realiza una infinidad de procedimientos por cada uno de los títulos en trámite, procedimientos que no figuran en el SIET en cuestión y que, por tanto, dan la apariencia de 'siesta' al extenso proceso de revisión de actas. Así es que no tuvo mejor idea que enumerar una serie de problemas que retrasan el avance en la revisión de actas:
·         Aplazos en el CBC: las materias del CBC que hayan sido aplazadas exigen que el graduado concurra a Ciudad Universitaria para abonar un arancel; el trámite en CBC, por tanto, demorará tanto cuanto demoren los graduados en acercarse a abonar los $4.00 del arancel mencionado.
·         Plan de estudios: algunos planes de estudio brindan a los estudiantes la posibilidad de cursar materias optativas y materias de elección libre. Con frecuencia (y por desinformación del estudiante o por mala información por parte de los Departamentos de carrera), los estudiantes cursan como materias optativas asignaturas que no están habilitadas por el plan de estudios. Como dichas materias no son válidas para completar la currícula de la carrera, el trámite del título no podría ser completado.
·         La falta de libreta y la falta de revisación médica: los estudiantes no cumplen en tiempo y forma con los requisitos administrativos anunciados al inicio de la carrera. Estas faltas generan demoras innecesarias.
·         UBA XXI, el CBC de los egresados del Nacional Buenos Aires: cuando se cursan materias por la modalidad UBA XXI o en el Buenos Aires se deben realizar ciertos trámites que dependen de la o el estudiante. Si se retrasan, se retrasa todo el trámite.

Nótese que todos estos problemas, son exclusiva responsabilidad del estudiante. En ningún momento se hizo mención de ningún problema que surgiese como responsabilidad del departamento de títulos...
Frente a todos estos "problemas" –que, al menos hasta ese momento de la reunión, parecían ser la principal fuente de las demoras; sólo que después supimos cuál es la madre del borrego- la responsable de títulos hizo una sugerencia... que el SIET reflejara todos los pasos dados y todas las demoras ocurridas por las causas anteriormente enumeradas (es decir, por absoluta responsabilidad de los estudiantes).  En síntesis, y según nuestro corto entendimiento, la "solución" en verdad no lo es tal, sino más bien un modo de justificar las demoras en el tiempo de la siesta. Es decir, las demoras seguirían dándose, pero "la solución" permitiría que los graduados "viésemos" cuáles son sus causas y así podríamos quedarnos ¿conformes?, ¿tranquilos?, ¿mansos?, ¿indiferentes?
La no-docente responsable del contacto con el CBC hizo una enumeración de otra serie de inconvenientes, sobre todo con las equivalencias, con los cambios de carrera, con UBA XXI. Es decir, tanto una como otra hicieron un pormenorizado detalle de cada cuestión particular que puede incidir en el desenvolvimiento normal del trámite, sin mencionar -lo reiteramos- ni una sola cuestión que se podría revisar y mejorar desde el departamento de alumnos y de títulos.
 Nuestras respuestas a los planteos de las no-docentes fueron muy simples, digamos que de sentido común:
1° No tiene lógica tratar de explicar un proceso de demora de dos años que afecta a todos los graduados, a partir de casos "problemáticos" particulares. De lo contrario, la facultad debería justificar que la demora es resultado de que la mayoría de los trámites iniciados tienen problemas, que son responsabilidad del estudiante. No se puede tapar el sol con un dedo.
2° Que el SIET refleje todas las tareas puntuales que el departamento realiza, no es ninguna solución. ¿Qué sentido tendría para un graduado conocer todos los vericuetos particulares -al estilo: fulano está mirando las actas, mengana revisa el plan de estudios, sutana está contactando al profesor que no pasó la nota al acta, y así hasta el infinito- si, mientras tanto, siguen pasando los dos benditos años sin pena ni gloria?
3° Considerando que habría muchos inconvenientes cuyos responsables únicos y directos son los mismos estudiantes (que al perecer se regodean en hacer todo lo posible para que el trámite demore dos años), se podría dar una información bien clara y detallada de cuáles son las condiciones para que el trámite demore digamos, "lo correcto". Y que de no cumplirse con estas condiciones, efectivamente el trámite demoraría "más de lo normal". (Ambos entrecomillados por supuesto relativizan las expresiones, por el simple hecho de que lo "normal" hoy es dos años, siendo el plazo real para el conjunto de los egresados el mismo y no habiendo diferencias sustanciales entre casos con todos los papeles al día y con los que no cumplen con todos los requisitos)
Irónicamente, la reacción que siguió hubiera sido lo bastante cómica, si todo el asunto no fuera para llorar. Al menos dos de las no-docentes reaccionaron casi con indignación, y tras un "discúlpame que me ría de lo que decís" afirmaron que "se supone que los estudiantes saben qué es lo que deben hacer". Lo "irónico" también, fue que GM planteó que tal vez habría muchos supuestos que deberían ser revisados, entre ellos el de que los estudiantes conocen a la perfección todos los requisitos que se deberían cumplir para que el título no tuviera inconvenientes en su emisión. Apoyó la idea de armar una especie de "top ten" de problemas habituales, planteó que habría que actualizar esta información en la web de la facultad y que la misma puede ser proporcionada cuando el estudiante se acerque a Alumnos para averiguar qué debe presentar para iniciar el título.
Respecto de los procedimientos internos, las no-docentes afirmaron que la situación era mucho mejor que años atrás dado que, según los números que se maneja, se redujo a un total de ocho meses la demora en la emisión de títulos. De hecho, según las no-docentes, en el Departamento de Títulos no se espera que lleguen las certificaciones del CBC para iniciar la revisión de actas en la propia facultad, lo cual acorta bastante los tiempos. No nos quedamos contentas con las cifras, así que pedimos que se nos especificara a qué correspondían los ocho meses mencionados. La respuesta fue que es el tiempo que pasa entre que se inicia el trámite por ventanilla, se hacen las certificaciones del CBC y se cotejan actas. Si esto fuera así, a los ocho meses de iniciado el trámite, éste debería ser girado a la UBA (a Títulos y Planes, desde allí al Rectorado, otra vez Títulos y Planes, Facultad -para la firma de las autoridades- Ministerio, y por fin, la bendita jura en nombre de San Expedito). Pero, por un lado, los ocho meses siguen siendo un exceso de tiempo si lo comparamos con otras facultades y, por otro lado, lo que constatamos en la práctica -entre las presentes en la reunión, por ejemplo- es que estos ocho meses no son tales, que el trámite no sale de la facultad en ese lapso, ni siquiera en aquellos casos en que no se han tenido que afrontar los inconvenientes mencionados antes.
Una vez más dimos los ejemplos. Una de las no-docentes retrucó que en Sociales tardaba tanto como en Filosofía y Letras. La subsecretaria comentó que en la última jura hizo una especie de encuesta informal a los jurandos que ninguno mencionó que el trámite del título haya demorado dos años. ¡Bendito San Expedito! Fue muy difícil encontrar alguna coherencia entre el reconocimiento de que existen problemas concretos y que son una preocupación de la gestión, y esta exhibición de casuística que negaba al objeto de la preocupación.
Y así al infinito...

Por fin, la madre del borrego o cuál es el origen de la "siesta de Puán"
Claro, ante la insistencia en que lo que se nos decía no concordaba con la realidad y que debería existir alguna otra cuestión que justificase la demora real, la no-docente de títulos terminó diciendo que ellos "no pueden hacer una atención personalizada" y que "juntan de a 50 casos" para girarlos al circuito de la UBA.
¿Qué quiere decir esto? Muy simple: supongamos que tienen unos 50 pedidos de trámite, de los cuales, digamos, cinco (nunca nos dijeron el porcentaje de casos "problemáticos", aunque dijeron tenerlo) tienen "problemitas" varios. Pues bien, hasta que no se resuelven los "problemitas" varios de esos cinco casos, los otros 45 -que no tienen "problemitas"- quedan a la espera de que todo el bodoque de 50 esté listo para salir, ya con cierto aroma a papel viejo, hacia la UBA...
                Seguramente nuestras caras se transfiguraron, apenas pudimos balbucear incrédulas que era algo absolutamente incorrecto, si no injusto, que la mayoría de los casos quedasen a la espera de que los que puntualmente tenían dificultades las subsanaran. Entendimos que la cara de GM también reflejaba una cierta preocupación, porque planteó que se debería revisar este procedimiento. Y ¡aquí está el borrego!: frente a los dichos de GM, la no-docente exaltada, dijo que es imposible modificar el procedimiento cuando son solamente cinco las personas encargadas de la labor y que, además, sólo cuentan con tres computadoras.
Resumiendo: existe un problema político que implica, por un lado, a los no-docentes (quienes, según informan, no tienen los recursos suficientes) y, por otro lado, a la gestión de la facultad (que, al parecer, no está al tanto de la situación, o lo está y nada hace al respecto). Nos preguntamos si el problema dejaría de existir si estos recursos estuviesen disponibles. Pero es algo ue supera nuestros dotes de adivinación.

Final de partida, o triste y solitario final...
Una vez puesto sobre el tapete el asunto, la reunión comenzó a cerrarse con GM agradeciendo a todas y sugiriendo que aportáramos más ideas y que la tuviéramos al tanto de las dificultades. Le expresamos que, de acuerdo a lo que se había planteado, las dificultades estaban a la vista, con lo que no tenía sentido que sumáramos más información de nuestra parte. De acuerdo a lo dicho por la propia GM, hubo una reunión previa con las no-docentes en la que se trabajó sobre los números, es decir, sobre la información que no nos quisieron dar.
GM nos preguntó si íbamos a seguir interviniendo colectivamente. Le informamos que estaríamos socializando el boletín (cuya copia le llevamos impresa) y que nuestro objetivo consistía en hacer circular lo más posible la información. Nos invitó a tener una nueva reunión en un mes.
Antes de irnos, planteamos el problema del porcentaje de materias aprobadas que afecta gravemente nuestro puntaje docente. Hicimos todo lo posible en visibilizar (aunque es algo redundante ya), que todo esto afecta nuestros derechos laborales, que se ven afectados muy concreta y efectivamente por la falta de resolución del problema. GM dijo ser muy consciente de ello y que su esperanza es que, de ahora en más, esto pueda ser resuelto, pero que (lamentablemente) nosotras no podríamos experimentar los beneficios del cambio.

Algunas conclusiones y muy pocas nueces
Para algunas todo esto fue, en parte, una puesta en escena para bajar un poco los ánimos. Aunque creemos que no fue sin consecuencias, ya que a que a la larga se pudo ver que efectivamente existe un problema que está vinculado con el Departamento de títulos y que repercute directamente y sin duda alguna, al menos para nosotras, en la tardanza del trámite. Sumado a esto, las autoridades tienen lo suyo: dejar que se apilen los diplomas, a veces hasta por dos semanas, en la Secretaría y luego otras dos semanas en el Decanato es injustificable e inconcebible. Sus acciones o inacciones repercuten directamente en las vidas de cientos de egresados.
Es evidente que los conflictos y contradicciones internas son un ingrediente no menor, así como tampoco es menor la falta de coherencia. De hecho, mientras se acepta explícitamente que hay un problema, al mismo tiempo se lo niega por casuísticas, por dimes y diretes. Es más, se intenta por todos los medios esconder bajo la alfombra el conflicto político al interior de la Facultad, es decir, la contienda entre el Departamento de Títulos por un lado y la Secretaría y el Decanato por otro. De hecho, las posiciones expresadas en la reunión mostraron una marcada tendencia a "sacar la pelota del área", apuntando o a los estudiantes, a la UBA o al Ministerio como causal de todos los inconvenientes. 
Es cierto que, ya hacia el final de la reunión, nuestras interlocutoras aceptaron la necesidad de revisar el proceso interno de la facultad en lo que respecta al trámite del título. Pero algunas de las enunciaciones que siguieron a dicha aceptación volvieron a despertar nuestra preocupación (que nunca perdimos del todo). Y es que, dicen, "ahora con el sistema Guaraní todo va a ser mejor"; y agregan "lamentablemente ustedes no podrán ser testigos de ello, pero las generaciones que vienen sí". Nos preguntamos si, en un futuro no muy lejano, el Guaraní no pasará a engrosar las filas de los responsables por las demoras en la emisión de títulos junto a los estudiantes, la UBA y el Ministerio. Es por eso que inmediatamente les advertimos que el Guaraní es tan sólo un instrumento, que el mismo no hace magia y que su efectividad depende del uso que las personas hagan de él. Las mismas personas que hoy están gestionando los títulos con los criterios que ya explicitamos y del modo en que describimos.

Información adicional:
  • Frente al dato que aportó la no-docente de títulos sobre el Ministerio de Educación -es decir, que el trámite suma 45 días más de demora-, una de nosotras se contactó con la Dirección Nacional de Gestión Universitaria del Ministerio de Educación, con el área de Certificaciones. Allí fue informada respecto del tiempo que dura la legalización: de 20 a 25 días. Es decir, que permanentemente nos venden un sapo, hasta en una reunión formal, con autoridades y colegas. Es por lo menos vergonzoso. Para cotejar esta información, cualquiera puede llamar a los teléfonos 4129-1958/59 de dicha Dirección. Rogamos que lo hagan también las autoridades de la facultad.
  • Frente al problema de la inscripción en docencia de la Pcia. de Buenos Aires, una compañera que escribió al grupo que armamos (…) aportó un dato importantísimo para tener en cuenta frente a la expiración del plazo de presentación de planillas y títulos: se puede realizar una presentación por mail ante la Defensoría del Pueblo de la Pcia. de Buenos Aires, solicitando que consideren nuestra situación y nos permita alguna prórroga y/o alternativa, para no quedar afuera -una vez más- del Listado Oficial. La compañera que aporta este dato, comenta que si somos unos cuantos docentes del listado 108B que presentamos este reclamo, tal vez sea más fácil que contemplen nuestro reclamo. La presentación debería dejar en claro que existe una situación de derechos vulnerados. Hay que contactarse mediante un 0800, en el que se informa de un número de reclamo y una dirección de correo electrónico para el envío de la presentación. Todos los datos en: http://www.defensorba.org.ar/

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