En Pizarras y Pizarrones hemos desarrollado un trabajo de campo cuyo objetivo es analizar las preferencias en lecto-escritura de nuestros lectores, así como las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Les hemos pedido su colaboración para completar una pequeña encuesta anónima que como máximo les insumiría 10 minutos. Agradecemos su participación! La encuesta cerró el 31-08-17 y en unos pocos días publicaremos sus resultados...

viernes, 27 de abril de 2012

JUGAR Y JUGARSE... I- JUGAR Y JUGARSE (Mariano Algava) 3- B

Autoras/es: Sistematización del Equipo de Educación Popular “Pañuelos en Rebeldía”, Realizada por Mariano Algava. Ilustraciones del libro: Emilio Saad. Coordinación Editorial: Claudia Korol. Tapa: Beto Palavecino. Ediciones América Libre.
(Fecha original: Octubre 2006)
3. LA DIMENSIÓN LÚDICA DE LA EDUCACIÓN POPULAR 
 
La dimensión lúdica del aprender-enseñar
“Propiciar la invención y el placer en el proceso de construcción del saber ¿no implicaría atentar contra el modo moderno del uso del tiempo y de la posición frente al trabajo? Si, esto implicaría. Fácil de lograr no es. Hay que ser muy niño para lograrlo”
Helí Morales Ascencio

Dice Pilar Ubilla:17 “En el proceso de aprendizaje es necesario construir una zona de juego, un espacio lúdico y creativo, con el objeto de vencer vincularmente al síntoma, que no es otra cosa que la creatividad encapsulada, la curiosidad anulada, la renuncia a pensar, a conocer y a crecer. El acto educativo requiere de un clima afectivo apropiado y de buen humor.
17 En “ética y pedagogía (o recreando a José Luis Rebelato) ” en “pedagogía de la resistencia” Ed. Madres de plaza de mayo y América Libre, Bs.As., 2004
El concepto de poder cambia, transformándose en un poder que despierta poderes
Por eso circula, tiene carácter provisorio, reclama constantemente participación activa.
Avanzamos en nuestro aprendizaje cuando el gozo y la búsqueda que lo deben acompañar superan a la ansiedad y a los goces de la seguridad.
De esta manera el acto de conocimiento en el marco de un proceso de aprendizaje liberador, siempre se encuentra impulsado por intereses comunicativos y emancipatorios, es decir por intereses y motivaciones de carácter ético.
Autonomía supone audacia para crear significados y valores nuevos, desafiando significados estériles y cristalizados.”
El modelo lúdico implica sostener abierta la duda, molesta y generadora, la incompletud18 inherente a los seres humanos, como motor de la búsqueda y de la acción que construye la historia. De allí la pedagogía de la pregunta y no la de las respuestas, no la de los saberes absolutos. De allí la construcción colectiva del conocimiento y no la reproducción acrítica, acatadora y obediente.
Juego y aprendizaje, tienen un mismo origen y espacio de desarrollo. D. Winnicot, en “Realidad y Juego”, despliega el tema del objeto transicional, objeto que la madre entrega al bebe, para mitigar la angustia de su ausencia temporal, y con el que el niño o la niña juega. En este acto de confianza se instaura tanto el “jugar” como el “conocer el mundo externo” ya que se establece un vínculo con un objeto. Vínculo que se irá desplegando en la curiosidad por otros objetos, y en la exploración lúdica. (fenómenos transicionales) Finalmente Winnicot, afirma que el vivir creador de los adultos, es el destino del mismo impulso, nacido en la primer relación objetal y en el juego.
Dice Helí Morales Ascencio: “En el juego, el niño no solo intenta anudar historias, sino que eso le produce alegría. ¿Por qué una niña ríe cuando juega? Porque está creando un texto nuevo a partir de otros textos. Jugar es descubrir las bondades del lenguaje; es inventar nuevas historias; es asistir a la posibilidad humana de crear nuevos latidos, y eso es maravillosamente placentero.
(...) Jugar es poner a trotar las palabras, las manos y los sueños.(...) Jugar es soñar despierto; aún más: es arriesgarse a hacer del sueño un texto visible”19 partiendo de esta cita Alicia Fernández dice: “”El aprender es apropiarse del lenguaje; es historiarse, recordar el pasado para despertarse en el futuro; es dejare sorprender por lo ya conocido. Aprender es conocerse, admitirse. Creer y crear. Arriesgarse a hacer de los sueños textos visibles y posibles”
Solo en el juego, o podríamos decir “en juego”, los hombres y mujeres somos capaces de crear. En la educación popular construir conocimiento es un acto creativo. Acto donde se involucran aprendientes y enseñantes, ambos aprendiseñantes20, con compromiso, confianza y esperanza. Por otro lado este acto creativo, no es un acto individual, es colectivo, es grupal.
El aprendizaje en grupo, es un proceso desestructurante. El grupo al confrontar dialécticamente con nuevas situaciones, nuevos contenidos, nuevas significaciones, es decir involucrado en el proceso de aprendizaje; experimenta el desacomodamiento del sistema que hasta entonces sostenía su estructuración conceptual y vincular. El grupo entra en crisis. Crisis necesaria para poder reestructurar y superar las viejas estructuras y de esta forma construir nuevas posiciones, incorporar contenidos, en definitiva ir aprendiendo. La vivencia de esta crisis, es comparable con el “caos” o vacío”21 necesario para comenzar un nuevo orden lúdico. Construir lo nuevo desde la necesidad que nos provoca la vivencia del vacío, constituye el “hacer” lúdico. Es el mismo vacío que experimenta el bebe, ante la ausencia de su madre y que promueve el jugar y el hacer sobre el mundo.
Creemos que los educadores, actuamos como provocadores de las estructuras, para desectructurarlas, dialectizarlas y estimular la necesidad de aprender. Para esto es necesario conocer, estar, vibrar con el grupo. Esta escucha, convierte a las y los educadores populares, en investigadores e investigadoras de los temas generadores, de las expectativas grupales, de las necesidades reales de los grupos y sitúa a la educación popular en una educación “con” el pueblo y no “para” el pueblo. En última instancia esta opción, también constituye un elemento de la dimensión lúdica de la ed. Popular.
En esta acción pedagógica y lúdica, radica una de las grandes diferencias entre las experiencias de educación popular y las experiencias, muchas veces llamadas así, pero de carácter asistencialista y manipulador. Estas parten de “saber” que cosas necesitan “los otros”. No parten del diálogo, ni de la experiencia de las personas a las que destinan “su saber”. Aquí se establece una gerarquización, que resulta inadmisible en una estructura lúdica, ya que no hay juego, si no hay “democracia lúdica”.22
El juego es espacio público, no hay juego si hay propiedad. El juego libre, como la curiosidad y la capacidad y el deseo de aprender, no son patrimonio de nadie. Las escuelas privadas, y la privación de la escuela, los cursos de capacitación que “venden” datos o títulos, que a su vez generan un puntaje, para ir escalando puestos en la jerarquía docente, etc. distan mucho de ser verdaderos espacios de aprendizajes. En todo caso se explican desde la lógica bancaria de la acumulación. La educación llamada pública, no escapa a esta lógica, ya que viene siendo privatizada y privada a gran parte de la población. Pública sería realmente si todas y todos pudieran acceder a ella, inclusive siendo partícipes de pensarla.
Volviendo a las técnicas y juegos; muchas experiencias, como ya mencionamos, se utilizan para amenizar los aburridos contenidos impuestos. Dinamizan un poco el formato externo de un planteo pedagógico que no tiene nada de lúdico, ni de riesgo, ni de aventura cognitiva. Pervirtiendo tanto el jugar como el aprender.
La educación popular, en su dimensión lúdica, que es parte de su concepción, es generadora, en su praxis, de juegos, técnicas y dinámicas, que a su vez realimentan esta concepción y reafirman su carácter lúdico.
Jugar a aprender y a aprendernos, aprender a jugar y a jugarnos, forman parte de nuevos desafíos a la hora de la formación, la educación popular y del desarrollo de un campo popular capaz de revolucionar las estructuras.

18 “Me gusta ser hombre, ser persona, porque se que mi paso por el mundo no es algo predeterminado, preestablecido. Que mi “destino” no es un dato sino algo que necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no puedo escapar. Me gusta ser persona porque la historia en que me hago con los otros y de cuya hechura participo es un tiempo de posibilidades y no de determinismo.” Paulo Freire, “pedagogía de la autonomía”, Ed. Paz e terra, San Pablo, 1996
19 Helí Morales Ascencio, “la infancia, el tiempo y el exilio” revista E.Psi.B.A. N°2 y N°3, Bs. As. Junio 1996. Citado por la psicopedagoga Alicia Fernández, en “Psicopedagogía en psicodrama”, Ed. Nueva Visión, Bs. As., 2005
20 Término utilizado por Alicia Fernández. Opcit.
21 Solo se juega sobre el caos o el vacío. Caos proviene del griego “kaivelv” y significa”espacio vacío”. Vacío y caos fueron en principio una misma palabra.
Los hombres (y las mujeres) no pueden habitar el vacío ni el caos, se pierden en las tinieblas, se abisman. Fundar un orden sobre el caos o vacío es lo que los salva. Y eso es jugar.
22 “En el ámbito lúdico no rigen las jerarquías ni los niveles válidos en la vida corriente. Los jugadores entran descalzos en la realidad envolvente del juego, hermanos en la democracia no jerarquizante del juego.” Graciela Scheines, “juguetes y jugadores” Ed. De Belgrano, Bs. As. 1981


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